Que el tiempo no nos borre
la memoria.
A propósito del aniversario
35 de la Plaza de la Patria de Bayamo.
Por Gloria Guerrero Pereda.
No es bueno que el tiempo
nos borre la memoria, ni que la incapacidad de algunos dejen perder lo que se
ganó a fuerza de empeño. La historia es esta:
La conversación se alargaba
por horas. Un grupo de especialistas de la construcción valoraban los pro y los
contra del sitio donde definitivamente se levantaría un conjunto escultórico de
grandes dimensiones que presidiría la mayor de las plazas edificadas en la
provincia de Granma. Corrían los primeros días de 1982.
El área propuesta tenía un
inconveniente: terreno pantanoso que necesitaría incuestionablemente de un
mejoramiento arduo y por demás, costoso. A ello se agregaba una petición de
José Delarra, prestigioso artista de la plástica que llevaría a cabo la obra
escultórica: la ubicación en un punto exacto que permitiera a la luz, al viajar de Este a Oeste,
mantener iluminado el monumento.
La solución no se hizo esperar, el
ingeniero civil Víctor Montero Dezouza, al frente de un grupo de especialistas
emprendió la mejora del terreno y todo lo relacionado con la parte estructural
de la base que sostendría un friso edificado en
hormigón y acero, de 25
metros de ancho por 17 de alto.
Obra titánica en su conjunto que
necesitó apenas cinco meses y medio gracias al trabajo en equipo de estos
especialistas que estuvieron a pie de obra junto al artista, hasta su terminación.
Días y noches robados al descanso que
culminó con un hermoso conjunto escultórico, exponente de la rebeldía del
pueblo cubano en seculares años de lucha, sueño de su creador, José Delarra,
hombre de extraordinaria sensibilidad que logró involucrar en la construcción a
cientos de bayameses, dando al arte su verdadero valor, el valor de las manos
del pueblo.
Y entonces, a las cinco de la tarde del
26 de julio de ese especial año de 1982,
ya la luz de un día radiante había
viajado lo suficiente de este a oeste. Así, los rayos de un sol poniente
iluminaron a esa hora la proa de un yate Granma, que saliendo del friso del
monumento de la Plaza
de la Patria
de Bayamo estaba marcando el momento exacto del acto patriótico más importante
de la Isla.
Desde entonces, año tras año, sus
trabajadores, realizan jornadas de recordación a este acontecimiento, sin dudas
uno de los más significativos para el pueblo granmense que aquí ha librado sus más grandes batallas, y ha
celebrado sus más hermosas victorias…..
Tal proeza cumple este julio 35 años. El
tiempo para todo es implacable, tanto para deteriorar la memoria como para dañar
la obra más perfecta. En años anteriores el Conjunto Escultórico de la Plaza de
la Patria ha recibido reparaciones capitales o menores, según la situación en
que se encuentre, siempre a cargo del artista de la plástica Wilfredo Díaz
Rosales, quien trabajó en su edificación junto a Delarra.
Según refieren la directora del
Conjunto, Licenciada Yanny Tarancón Reyes, y el propio Wifredo Díaz Rosales, el
estado real de la obra en este momento está
calificado por los especialistas como regular, de lo que se infiere la
necesidad urgente de una reparación capital. Sin embargo, razones de índole
burocrática impidieron hasta ahora tales labores.
Entonces, sobran aquí los comentarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario