viernes, 21 de julio de 2017

Que el tiempo no nos borre la memoria



Que el tiempo no nos borre la memoria.
A propósito del aniversario 35 de la Plaza de la Patria de Bayamo.
Por Gloria Guerrero Pereda.

No es bueno que el tiempo nos borre la memoria, ni que la incapacidad de algunos dejen perder lo que se ganó a fuerza de empeño. La historia es esta:

La conversación se alargaba por horas. Un grupo de especialistas de la construcción valoraban los pro y los contra del sitio donde definitivamente se levantaría un conjunto escultórico de grandes dimensiones que presidiría la mayor de las plazas edificadas en la provincia de Granma. Corrían los primeros días de 1982.

El área propuesta tenía un inconveniente: terreno pantanoso que necesitaría incuestionablemente de un mejoramiento arduo y por demás, costoso. A ello se agregaba una petición de José Delarra, prestigioso artista de la plástica que llevaría a cabo la obra escultórica: la ubicación en un punto exacto  que permitiera a la luz, al viajar de Este a Oeste, mantener iluminado  el monumento.

La solución no se hizo esperar, el ingeniero civil Víctor Montero Dezouza, al frente de un grupo de especialistas emprendió la mejora del terreno y todo lo relacionado con la parte estructural de la base que sostendría un friso edificado en  hormigón y acero, de 25 metros de ancho por 17 de alto.

Obra titánica en su conjunto que necesitó apenas cinco meses y medio gracias al trabajo en equipo de estos especialistas que estuvieron a pie de obra junto al artista, hasta su terminación.

Días y noches robados al descanso que culminó con un hermoso conjunto escultórico, exponente de la rebeldía del pueblo cubano en seculares años de lucha, sueño de su creador, José Delarra, hombre de extraordinaria sensibilidad que logró involucrar en la construcción a cientos de bayameses, dando al arte su verdadero valor, el valor de las manos del pueblo.

Y entonces, a las cinco de la tarde del 26 de julio de ese especial año de  1982, ya la luz  de un día radiante había viajado lo suficiente de este a oeste. Así, los rayos de un sol poniente iluminaron a esa hora  la proa de un  yate Granma, que saliendo del friso del monumento de la Plaza de la Patria de Bayamo estaba marcando el momento exacto del acto patriótico más importante de la Isla.

Desde entonces, año tras año, sus trabajadores, realizan jornadas de recordación a este acontecimiento, sin dudas uno de los más significativos para el pueblo granmense que aquí  ha  librado sus más grandes batallas, y ha celebrado sus más hermosas victorias…..
Tal proeza cumple este julio 35 años. El tiempo para todo es implacable, tanto para deteriorar la memoria como para dañar la obra más perfecta. En años anteriores el Conjunto Escultórico de la Plaza de la Patria ha recibido reparaciones capitales o menores, según la situación en que se encuentre, siempre a cargo del artista de la plástica Wilfredo Díaz Rosales, quien trabajó en su edificación junto a Delarra.

Según refieren la directora del Conjunto, Licenciada Yanny Tarancón Reyes, y el propio Wifredo Díaz Rosales, el estado real  de la obra en este momento está calificado por los especialistas como regular, de lo que se infiere la necesidad urgente de una reparación capital. Sin embargo, razones de índole burocrática impidieron hasta ahora tales labores.
Entonces, sobran aquí los comentarios.











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