viernes, 13 de noviembre de 2015

Un hombre sin sombras

Un hombre sin sombras.
por Gloria Guerrero Pereda
Hay libros que merecen más de una lectura, no porque sean más o menos densos, sino porque cada palabra, cada frase, entraña un mensaje.porque para comprenderlos a plenitud, cada lector, desde su óptica, aspira, si es un buen lector, a formarse una idea completa del asunto que lleva a un escritor a plasmar en blanco y negro determinado tema.
Este es el caso de "Un Hombre sin Sombras", de la periodista cubana Graciela Guerrero Garay,
Mi primera lectura, hecha desde el solo placer de leer algo interesante, me dejó un mensaje claro y contundente: es la historia de más de 50 años de una guerra, que fría o no, ha marcado para siempre la vida de los cubanos en ambas orillas.
Es la historia que todos conocemos, pero contada desde un ángulo desconocido.
Es este, sin dudas, un hombre sin miedos, Sólo una mente limpia y un corazón generoso son capaces de impulsar a una persona no sólo a saber de que lado está la verdad, comulgar con ella y arriesgar su propia vida por defenderla, aún a riesgo de perderlo todo, a plena luz del día, y aún más, en la propia entraña del enemigo.
Soy de las que cree en la dialéctica de la vida y esta no sólo es la evolución de una vida, sino algo más grande aún, la visión larga de un hombre apegado a sus raíces, a su tierra natal que supo ver luz donde otros vieron sombras.
Con una pluma exquisita, que hurga, vuela y refleja más de 50 años de encuentros y desencuentros, Graciela Guerrero Garay, supo encontrar y plasmar una historia verídica, a veces emotiva, a veces, dura, a veces alucinante que da efectivo testimonio de lo que es luchar desde la otra trinchera, sin máscaras, sin sombras, sin miedo.
es un hombre sin miedos, Sólo una mente limpia y un corazón generoso son capaces de impulsar a una persona no sólo a saber de que lado está la verdad, comulgar con ella y arriesgar su propia vida por defenderla, aún a riesgo de perderlo todo, a plena luz del día, y aún más, en la propia entraña del enemigo.
Soy de las que cree en la dialéctica de la vida y esta no sólo es la evolución de una vida, sino algo más grande aún, la visión larga de un hombre apegado a sus raíces, a su tierra natal que supo ver luz donde otros vieron sombras. Con una pluma exquisita, que hurga, vuela y refleja más de 50 años de encuentros y desencuentros, Graciela Guerrero Garay, supo encontrar y plasmar una historia verídica, a veces emotiva, a veces, dura, a veces alucinante que da efectivo testimonio de lo que es luchar desde la otra trinchera, sin máscaras, sin sombras, sin miedo. Entonces recomiendo esta lectura, advierto que si es usted un buen lector, no le bastará con una sola..