domingo, 11 de noviembre de 2018

Nace una Villa, San Salvador de Bayamo (II)


San Salvador de Bayamo (II)

Por Gloria Guerrero Pereda

Aunque los asentamientos de San Salvador y de Bayamo se aprovecharon como plataforma para la conquista de otros territorios y el establecimiento de nuevas villas, San Salvador estaba condicionada por escasa población, inexistencia de tierras fértiles, no estaba a orillas del mar, ni poseía yacimientos de oro.
Por otra parte, es  significativo que en esta zona coexisten dos poblaciones hispanas: una en el Guacanayabo y otra en el poblado indio de Bayamo. Sin embargo, San Salvador no tuvo nunca la prosperidad que se esperaba, en tanto en Bayamo florecían principalmente los cultivos agrícolas.
San Salvador fue decayendo y finalmente en 1515 el monarca español le comunica al Adelantado Diego Velázquez, que el punto de contacto de las naves de la metrópoli con la isla  sería en Trinidad porque allí habían sido descubiertas unas minas de oro. No obstante, Velázquez logra convencer al rey de trasladar a Santiago de Cuba el punto de encuentro, donde dijo existía una excelente bahía.
Así comienza a languidecer el primer emplazamiento de la segunda villa y es entonces que a partir de este momento, que los pobladores de Bayamo, estos hombres que se encontraban desde febrero de 1512 asentados en la márgen derecha del rio Bayamo, comienzan a pedir que la segunda villa sea trasladada hacia Bayamo.
Según consta en el artículo Los titubeos de Diego Velázquez, del Msc Ludín Fonseca, historiador de Bayamo:  “Ya en 1512 en Bayamo coexistían de forma permanente la población aborigen y española, y la segunda utilizaba a la primera como mano de obra; se iniciaba el proceso de transculturación entre ambas, como resultado de la cohabitación. Igualmente existían importantes volúmenes de producción y concurría una red de caminos que la comunicaban con otros espacios; el río no solo ofrecía alimentos, sino una alternativa de comunicación, era la salida al mar. Se había establecido una institución religiosa, pues el fraile Bartolomé de Las Casas residía en el poblado, y estaba acantonada una fuerza militar”.
Aunque a lo largo de la historia se han asignado 10 posibles sitios de emplazamiento de la segunda villa --entre el tiempo transcurrido desde la desaparición de San Salvador y la ubicación de la villa en la márgen  derecha del otrora navegable río Bayamo---, es incuestionable que en ese momento no existía ningún otro asentamiento en la zona que pudiera disputarle la hegemonía de ser el núcleo poblacional y económico más floreciente.
Es entonces que a partir de junio de 1515 puede hablarse del surgimiento de la segunda villa nombrada como San Salvador de Bayamo.
Creyó Diego Velázquez que en estas tierras  había salvado a los cristianos del irredento Cacique Hatuey.  Con orgullo han llevado sus pobladores el nombre de San Salvador de Bayamo, pueblo aborígen que levantó sus casas y sus muros a fuerza de lágrimas y dolor, dueño de la inmensidad de este valle, de sus bosques seculares, de sus montes, el pueblo de piel cobriza, ojos oscuros y largas y negras cabelleras, el pueblo que recogió las cenizas del indio inmolado convertido en la luz de un mito que aún permanece, el pueblo rebelde que durante siglos lustró su cabello aborígen y con el se fue a la guerra hasta alcanzar su independencia.

Nace una Villa , San Salvador (I)


San Salvador (I)

Por Gloria Guerrero Pereda

Casi 20 años habían transcurrido desde que el Almirante Cristóbal Colón puso un pie en el Nuevo Mundo, cuando en plan de conquista los españoles comenzaron a “fundar” a golpe de esclavitud, las primeras villas en el archipiélago que hoy es Cuba.
Más que fundar, prefiero las palabras  asentar, establecer, fijar, que es casi lo mismo, pero no es igual, porque a la llegada de los españoles esta era ya una región poblada. La presencia aborígen tenía una larga trayectoria desde el año 800 de nuestra era, con asentamientos de grupos humanos que conocían la cerámica y la agricultura.
A finales de 1511 y principios de 1512, llegan  los españoles por primera vez a la región de Bayamo, ya habían establecido la primera villa en Baracoa y venían tras el Cacique quisquellano Hatuey,que había sublevado a los aborígenes de la zona oriental de la isla contra la dominación extranjera.
La columna española, comandada por el Adelantado Diego Velázquez, continúa su desplazamiento hacia la región del Guacanayabo, no sin antes dejar en el asentamiento aborígen de Bayamo unos 70 hombres que con el paso del tiempo y mediante la utilización del trabajo  forzado de los nativos promueven el florecimiento de la agricultura, y la obligada transculturación, mezclándose con la población nativa e imponiéndoles un Dios que no conocían.
Ya en la región del Guacanayabo el Adelantado establece un campamento, se produce la captura del cacique insurrecto, lo quema vivo y a partir de ese momento trascendental de nuestra historia comienza a manifestarse el espiritu rebelde de los habitantes de la aldea de Bayamo.
Preocupado por esta situación, Diego Velázquez, envía a Bayamo al Capitán Pánfilo de Narváez,al frente de 30 flecheros y de inmediato comienza un maltrato cruel con los aborígenes especialmente con las mujeres. Una noche de septiembre de 1512 se produce en Bayamo una sublevación de unos 2 mil indios liderados por el Cacique Caguac, quien había ocupado el lugar de Hatuey. La sublevación es sofocada no sólo por la superioridad del armamento, sino por un hecho singular: Narváez, a pesar de haber sido alcanzado por una piedra logra montar en su caballo y  aterroriza a los insurrectos con el sonido de unos cascabeles.
Nace una Villa
El Msc Luidín Bernardo Fonseca García historiador de Bayamo en su artículo Los titubeos de Diego Velázquez, asevera con toda justeza, y cito :La historiografía cubana ha presentado las determinaciones de los hombres que conquistaron y colonizaron la isla de Cuba como inequívocas, sin tener presente que desconocían el medio geográfico y que estaban sometidos a la presión que ejercían las comunidades aborígenes indómitas y la corona española, deseosa de tener noticias halagüeñas. Las dudas y el apremio estuvieron presentes en las decisiones que tomaban, e influyeron en la selección del lugar que escogió el Adelantado Diego Velázquez para fundar la segunda villa, San Salvador, en noviembre de 1513.*1
A mi juicio, es sin dudas este documento basado en una acuciosa investigación, la hipótesis más acertada de las múltiples aparecidas en torno al sitio exacto en que fuera “fundada” por los españoles  la segunda villa  en el archipiélago cubano.
Así es que en 1512 Velázquez envía desde Baracoa (primera de las villas establecidas en Cuba) una carta al Rey de España donde pedía autorización para legitimar la distribución de  de aborígenes y tierras y señalaba para recibir respuesta un punto de contacto en el Guacanayabo, donde debían arribar las naves procedentes de la Península.
A principios de Octubre de 1513 conoce que las naves ya se dirigen al Guacanayabo y entonces lo embarga la incertidumbre  que lo obliga a valorar entre dos propuestas: “llegó á la provincia del Bayamo porque tenía pensamiento de asentar un pueblo en ella ó en la del Guacanayabo”. *2
Tal indecisión tiene su fundamento en que en ambos lugares había residido: en 1512, en Guacanayabo durante la captura del Cacique Hatuey, y en Bayamo por el alzamiento de los aborígenes en respuesta al suplicio del quisquellano, y  donde además ya residían unos 70 peninsulares.
Sin embargo y aunque la región de Bayamo tenía la ventaja de un desarrollo ya visible, la posición en Guacanayabo  ofrecía mayores ventajas en relación con el objetivo de los españoles de asentar otras villas en el sur de la isla. Entonces el 5 de noviembre de 1513 nace la villa San Salvador, apremiada por la urgencia de la llegada de las embarcaciones procedentes de España.
Ubicada en el espacio donde se produjo el suplicio de Hatuey en 1512, estaba distante de los núcleos poblacionales aborígenes. Tenía más  potencial para enclave militar y resguardo y seguridad hombres , provisiones, toda la logística, la recién creada fundición de otro y la Casa de Contratación. Entonces se prefirió la función militar en menoscabo de la económica.
San Salvador se ubicó en terrenos de la margen oeste del río Yara, definidos como meridionales, una zona montañosa, cubierta de montes, pedregosa, intransitable, completamente inculta y despoblada. Vale aclarar que la ubicación primigenia de la segunda villa no estuvo, como muchos creen, donde se encuentra el poblado actual de Yara, el cual se halla situado en la porción este del río y sus terrenos son boreales, favorables para el cultivo”.*3
Pero este no sería el emplazamiento definitivo de la segunda villa ni sería bautizada con un nombre religioso tal y como fueron denominadas el resto de las localidades establecidas por la metrópoli española en la isla,  por una simple razón de la que se vanaglorió el Adelantado Diego Velázquez, según el conquistador aquí fueron libres los cristianos del  Cacique Hatuey. Así, fue llamada  San Salvador…. (continuará….)
Notas: 1 ,2 y 3: Msc Luidín Bernardo Fonseca García. Los Titubeos de Diego Velázquez-