San Salvador (I)
Por Gloria Guerrero Pereda
Casi 20 años habían transcurrido desde que el
Almirante Cristóbal Colón puso un pie en el Nuevo Mundo, cuando en plan de
conquista los españoles comenzaron a “fundar” a golpe de esclavitud, las
primeras villas en el archipiélago que hoy es Cuba.
Más que fundar, prefiero las palabras asentar, establecer, fijar, que es casi lo
mismo, pero no es igual, porque a la llegada de los españoles esta era ya una
región poblada. La presencia aborígen tenía una larga trayectoria desde el año
800 de nuestra era, con asentamientos de grupos humanos que conocían la
cerámica y la agricultura.
A finales de 1511 y principios de 1512, llegan los españoles por primera vez a la región de
Bayamo, ya habían establecido la primera villa en Baracoa y venían tras el
Cacique quisquellano Hatuey,que había sublevado a los aborígenes de la zona
oriental de la isla contra la dominación extranjera.
La columna española, comandada por el Adelantado Diego
Velázquez, continúa su desplazamiento hacia la región del Guacanayabo, no sin
antes dejar en el asentamiento aborígen de Bayamo unos 70 hombres que con el
paso del tiempo y mediante la utilización del trabajo forzado de los nativos promueven el
florecimiento de la agricultura, y la obligada transculturación, mezclándose
con la población nativa e imponiéndoles un Dios que no conocían.
Ya en la región del Guacanayabo el Adelantado
establece un campamento, se produce la captura del cacique insurrecto, lo quema
vivo y a partir de ese momento trascendental de nuestra historia comienza a
manifestarse el espiritu rebelde de los habitantes de la aldea de Bayamo.
Preocupado por esta situación, Diego Velázquez, envía
a Bayamo al Capitán Pánfilo de Narváez,al frente de 30 flecheros y de inmediato
comienza un maltrato cruel con los aborígenes especialmente con las mujeres.
Una noche de septiembre de 1512 se produce en Bayamo una sublevación de unos 2
mil indios liderados por el Cacique Caguac, quien había ocupado el lugar de Hatuey.
La sublevación es sofocada no sólo por la superioridad del armamento, sino por
un hecho singular: Narváez, a pesar de haber sido alcanzado por una piedra
logra montar en su caballo y aterroriza
a los insurrectos con el sonido de unos cascabeles.
Nace una Villa
El Msc Luidín Bernardo Fonseca García historiador de
Bayamo en su artículo Los titubeos de Diego Velázquez, asevera con toda justeza, y cito : “La
historiografía cubana ha presentado las determinaciones de los hombres que
conquistaron y colonizaron la isla de Cuba como
inequívocas, sin tener presente que desconocían el medio geográfico y que
estaban sometidos a la presión que ejercían las comunidades aborígenes
indómitas y la corona española, deseosa de tener noticias halagüeñas. Las dudas
y el apremio estuvieron presentes en las decisiones que tomaban, e influyeron
en la selección del lugar que escogió el Adelantado Diego Velázquez para fundar
la segunda villa, San Salvador, en noviembre de 1513.*1
A mi juicio, es sin dudas este documento basado en una
acuciosa investigación, la hipótesis más acertada de las múltiples aparecidas
en torno al sitio exacto en que fuera “fundada” por los españoles la segunda villa en el archipiélago cubano.
Así es que en 1512 Velázquez envía desde Baracoa
(primera de las villas establecidas en Cuba) una carta al Rey de España donde
pedía autorización para legitimar la distribución de de aborígenes y tierras y señalaba para
recibir respuesta un punto de contacto en el Guacanayabo, donde debían arribar
las naves procedentes de la Península.
A
principios de Octubre de 1513 conoce que las naves ya se dirigen al Guacanayabo
y entonces lo embarga la incertidumbre
que lo obliga a valorar entre dos propuestas: “llegó
á la provincia del Bayamo porque tenía pensamiento de asentar un pueblo en ella
ó en la del Guacanayabo”. *2Tal indecisión tiene su fundamento en que en ambos lugares había residido: en 1512, en Guacanayabo durante la captura del Cacique Hatuey, y en Bayamo por el alzamiento de los aborígenes en respuesta al suplicio del quisquellano, y donde además ya residían unos 70 peninsulares.
Sin embargo y aunque la región de Bayamo tenía la ventaja de un desarrollo ya visible, la posición en Guacanayabo ofrecía mayores ventajas en relación con el objetivo de los españoles de asentar otras villas en el sur de la isla. Entonces el 5 de noviembre de 1513 nace la villa San Salvador, apremiada por la urgencia de la llegada de las embarcaciones procedentes de España.
Ubicada en el espacio donde se produjo el suplicio de Hatuey en 1512, estaba distante de los núcleos poblacionales aborígenes. Tenía más potencial para enclave militar y resguardo y seguridad hombres , provisiones, toda la logística, la recién creada fundición de otro y la Casa de Contratación. Entonces se prefirió la función militar en menoscabo de la económica.
“San Salvador se ubicó en terrenos de la margen
oeste del río Yara, definidos como meridionales, una zona montañosa, cubierta
de montes, pedregosa, intransitable, completamente inculta y despoblada. Vale
aclarar que la ubicación primigenia de la segunda villa no estuvo, como muchos
creen, donde se encuentra el poblado actual de Yara, el cual se halla situado
en la porción este del río y sus terrenos son boreales, favorables para el
cultivo”.*3
Pero este no sería el emplazamiento
definitivo de la segunda villa ni sería bautizada con un nombre religioso tal y
como fueron denominadas el resto de las localidades establecidas por la
metrópoli española en la isla, por una
simple razón de la que se vanaglorió el Adelantado Diego Velázquez, según el
conquistador aquí fueron libres los cristianos del Cacique Hatuey. Así, fue llamada San Salvador…. (continuará….)
Notas: 1 ,2 y 3: Msc Luidín
Bernardo Fonseca García. Los Titubeos de Diego Velázquez-
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