La Luz de Yara.
Mitos y Leyendas se pierden en el polvo de los siglos
y aunque abrumados por el tiempo algunos, amparados por la tradición oral
permanecen sin perder las raíces que los
originaron.
El 2 de febrero de mil 512 se reconoce como la fecha
en que en el lugar, llamado Yara, (municipio de la actual provincia de Granma) fue
salvajemente asesinado en la hoguera, el primer rebelde que recuerda la
historia de Cuba: el Cacique Hatuey.
A partir de entonces, creció el mayor de los mitos
conocidos en Cuba: La Luz
de Yara.
Cuenta la historia
que Hatuey, aún siendo devorado por las llamas continuó firme en sus
convicciones de rebeldía, mientras los españoles lanzaban a su alrededor gritos
de alegría…
Al tiempo que esto ocurría, Fray Bartolomé de las Casas, elevaba al cielo
una oración fúnebre, implorando el descanso eterno del alma del rebelde
indígena.
Desde entonces una luz misteriosa, que se cree sea el
alma de Hatuey, vaga errante por las sabanas de Yara. Muchos afirman haberla
visto, y cuentan que en las noches más oscuras la luz se alza entre el follaje
del monte y es tan intensa y persistente que logra confundir al caminante hasta
hacerlo perder el camino.
Cierto o falso, es una de las más bellas leyendas
cubanas, que aún hoy a 500 años aún perdura en la memoria de nuestro
pueblo.
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