Mitad
bayamesa y mitad manzanillera
por Gloria Guerrero Pereda
Un
día, ese ser extraordinario que es Pachy Naranjo, al descubrir que habíamos
nacido en el mismo mes, el mismo año y en la misma ciudad, me dijo yo se que en tono
de broma, porque es una persona muy modesta , mira Gloria, dicen que quienes nacen frente al mar
traen en su propia naturaleza algo especial, a lo que yo le respondí …..
entonces puede ser verdad que son los hijos más queridos de Manzanillo, como
tú, los que tienen el privilegio de oir en las noches la risa y el llanto de
las olas… Algún tiempo después recordando aquella conversación escribí mi
desagravio a la ciudad que me vio nacer y a la que sigo amando en un amor mezclado por este Bayamo que me
apasiona…..
Manzanillo es mi ciudad…el mar es su encanto y su
sueño…en las tardes se percibe ese aire marinero que trae nostalgias de salitre
y madera traqueteante y húmeda…..
Esta es mi ciudad…aquí nací en una madrugada de verano
mientras las olas golpeaban suavemente el litoral…mi madre olía a espuma y
a corales y mis ojos recién
abiertos se demoraron entre azul y azul.
Sin embargo, hace siglos que ando por esta ciudad
sufriendo sus heridas y mirando el espanto de lo inexorable…sólo que ahora mi
ciudad esta olvidando su verdadera edad para volver a nacer en un tiempo nuevo
y se ha vuelto coqueta y colorida y apenas le alcanza el día para realizar sus
sueños…..por eso ahora, después de muchos siglos siento el placer de mi primera
madrugada, las olas golpeando suavemente el litoral, el olor de la espuma y los
corales y mis ojos demorados entre azul y azul.
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