Las
verdades que nos quedan de este lado.
por.: Gloria Guerrero
La
música, salga de donde salga y venga de donde venga… quiero decir en Cuba…,
siempre ha sido, es y será parte indisoluble de eso que llamamos espada y
escudo de la nación… por eso cantamos alto o bajito, cada estrofa, cada verso
de esos poetas que nos nacieron al
compás de la vida, de esos, que cual juglares criollos, han ido por la isla y hasta
más allá, llevando el mensaje de un pueblo generoso, viril, simpático, valiente
y reidor como es el pueblo cubano.
Patriotismo
lírico y amoroso en los versos madrugadores de la Bayamesa, cantada y vuelta a
cantar, sentida y vuelta a sentir a través de los siglos por Sindo Garay,
santiaguero que aún con la sangre de su amada ciudad, decidió para siempre
descansar en Bayamo.
Trovadores
del alma, mambises que peleaban por su Cuba cantando en medio de las cruentas
batallas contra el dominio español….y más acá en el tiempo, guerrilleros con
alma de poeta, con versos y melodías que se asentaron como himnos de amor en el
corazón de los cubanos….
Ni
vieja, ni nueva, sólo Trova, sólo en el tiempo que tocó a cada quien, porque
para estremecerse valió para unos el
gran Pepe Sánchez, para otros Silvio, Pablo, , Buena Fé, y
este Feliú inmenso que nos deja ahora
con las mismas ganas con que nos dejaron Nicola, y Sara, con la mordedura de
angustia de la nostalgia de ir por más en esta vida que al decir del propio
trovador ausente es el milagro, sinceramente amado...la culpa de morirse, las mentiras,
las verdades que nos quedan de este lado...
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