Yoani
Sánchez o el cristal con que se mira.
Por Gloria
Guerrero Pereda
Cualquier
ciudadano normal, sea del país que sea, no vería jamás con buenos ojos que una
nación extranjera tomara las riendas de
su país, interviniera militarmente y decidiera por tanto en el destino de sus
habitantes.
Por
una elemental razón que es el sentido de pertenencia, cada quien desea y hace
posible al precio, incluso el más alto que es la propia vida, tener la
posibilidad y el derecho soberano de mandar en su país. Cuba, no es una
excepción, todo lo contrario, es un ejemplo secular de lucha por su
independencia, proclamado el 10 de octubre de 1868 con el inicio de las guerras
libertadoras , primero contra el colonialismo español y luego contra la
injerencia norteamericana que propició una de las más sangrientas dictaduras de
este hemisferio con Fulgencio Batista y que cobró la vida de más de 20 mil
cubanos.
Si
alguien pensó que el gobierno norteamericano iba a ver con buenos ojos la
pérdida de su posesión más querida, no quizás por sus riqueza naturales, sino
más bien por su posición geográfica como llave del Golfo, estaba equivocado. Ahí
comenzó entonces la peor de las batallas, agresiones abiertas y encubiertas,
guerra fría, bloqueo comercial y económico y todo tipo de artimañas para
derrotar la Revolución Cubana, que
además abrió un camino para el resto de las naciones caribeñas y
latinoamericanas.
Limitado
y privado, asediado, cercado y bloqueado, condenado a veces a morir por hambre
y enfermedades el pueblo cubano ha resistido durante más de 50 años por una razón
bien simple : aquí mandamos los cubanos.
La
sociedad perfecta no existe por muy rica o pobre que sea, todo es perfectible y
nunca será válido cambiar por un puñado de dólares la tranquilidad de una
escuela para tus hijos, donde no haya drogas, ni locos que entren con un arma y
te los maten o que se te mueran de enfermedades prevenibles por falta de una
vacuna o atención médica de cualquier tipo. El ejemplo es suficiente.
Por
eso me llama la atención, que siendo Yoani una persona de la llamada generación
Y, como ella misma refiere, nacida y criada en Cuba y estoy segura que vacunada
desde que nació contra todo tipo de enfermedades, alumna de escuela primaria,
secundaria, preuniversitaria y universidad, donde no vio ni drogas ni tiroteos,
de una generación que no tuvo que derramar su sangre por la libertad de su
patria ni luego trabajar duramente para que su país fuera cada vez mejor, de
una generación que tuvo la posibilidad de estudiar y prepararse académicamente,
sea capaz de cambiarlo todo sólo por notoriedad, ego distorsionado y lo que es peor, por un puñado
de dólares. Radical la señora, entreguista la señora.
No hay dudas de que si pudiera sería feliz
viendo como en su país los marines yanquis se orinan en la estatua de José Martí,
o como ondea la bandera norteamericana en lugar de la nuestra, cómo se llevan
nuestras riquezas y nos dejan los huecos.
Realmente
te pusieron un nombre que viene muy bien con tus características….las Yoani
tienen talento para la estabilidad económica y son buenas para los negocios,
fiel y entregada, yo más bien diría fiel al imperio y entreguista, pero sobre
todo tu talento para obtener dinero no tiene igual. Debe ser porque el cristal
por donde miras es intensamente verde, pero para tu desgracia no es el verde de
nuestras palmas, sino el verde del dólar.
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