Nunca
logro recordar este día, porque la memoria por un mecanismo de defensa va
borrando los malos recuerdos y dejándonos sólo la miel de las cosas buenas, las
sonrisas, gestos y expresiones de aquellas personas que un día formaron parte
de nuestras vidas.
Pero
hoy, alguien muy cercano me recordó que hace 21 años y en plena vitalidad de
sus 45 años se nos fue alguien imprescindible Vicky Montero Desouza. Fue un
golpe descomunal no sólo para su familia, padres, hermana, esposa e hijos… fue
también como un zarpazo a traición del destino que en un minuto destrozó para
siempre su joven corazón.
Fue
como cortar limpiamente una columna, fue como un naufragio del que Víctor
Montero, su padre, el maestro de varias generaciones de bayameses, nunca se
pudo recuperar.
Ese
es el momento que nunca quiero recordar, que sus amigos nunca queremos recordar.
No guardo fotos de Vicky, para qué? Su rostro
pícaro, su sonrisa, su chispa cotidiana, su manera de joder a cada minuto en la
fila del matutino, en la horas de clase, sus respuestas inteligentes, sus
bromas año tras año, día tras día , hora
tras hora son imposibles de olvidar.
Era
una inteligencia brillante, sacaba las mejores notas sin presumir, y tenía una
habilidad innata para explicar a los demás, los problemas más difíciles de las
materias, ayudar al que estaba retrasado y de paso echarte por el cuello de la
blusa o la camisa, toda la basurita que acumulaba del sacapuntas.
Sólo
una vez logre devolverle con creces su jodedera interminable….¡y de qué manera ¡
me aparecí a su oficina cuando trabajaba como ingeniero civil en la construcción
del Hotel Farallón del Caribe, en el municipio granmense de Pilón y quieras o
no- le dije- me vas a dar una entrevista para la televisión. Te las estás
cobrando- me dijo- haciéndose el serio…¡ Pero se la hice¡ y además con un gozo
indescriptible, no sólo por fastidiarlo, claro que no, sino porque se había
convertido en un exitoso profesional.
Y
aquí estoy ahora, sonriendo en silencio delante de esta cuartilla, porque
aunque hoy para mí se cumplan mil años
de que ya no está, no tengo otra manera de recordarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario